.Coldplay. Fix You (Te confortaré)  

 

«ningún profeta es aceptado en su pueblo»

 
  

 
 
 
 
 
 
Lectura del libro de Jeremías

En los días de Josías, el Señor me dirigió la palabra: «Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te constituí profeta de las naciones. Tú cíñete los lomos: prepárate para decirles todo lo que yo te mande. No les tengas miedo, o seré yo quien te intimide. »
Desde ahora te convierto en plaza fuerte, en columna de hierro y muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y al pueblo de la tierra. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte —oráculo del Señor».

Jer 1,4-5.17-19

Salmo Responsorial

R. Mi boca contará tu salvación, Señor.

A ti, Señor, me acojo:
no  quede yo derrotado para siempre.
Tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo,
inclina a mí tu oído y sálvame. R

Se tú mi roca de refugio,
el alcázar donde me salve,
porque mi peña y mi alcázar eres tú.
Dios mío, líbrame de la mano perversa. R

Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
En el vientre materno ya me apoyaba en ti,
en el seno tú me sostenías. R

Mi boca contará tu justicia,
Y todo el día tu salvación,
Dios mío, me instruiste desde mi juventud,
Y hasta hoy relato tus maravillas. R

Sl 70,1-2, 3-4A.5-6AB.15AB I 17 (R.:15A)

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios
Hermanos:
[Ambicionad los carismas mayores. Y aún os voy a mostrar un camino más excelente. Si hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, no sería más que un metal que resuena o un címbalo que aturde. Si tuviera el don de profecía y conociera todos los secretos y todo el saber; si tuviera fe como para mover montañas, pero no tengo amor, no sería nada. Si repartiera todos mis bienes entre los necesitados; si entregara mi cuerpo a las llamas, pero no tengo amor, de nada me serviría.]
 El amor es paciente, es benigno; el amor no tiene envidia, no presume, no se engríe; no es indecoroso ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasa nunca. Las profecías, por el contrario, se acabarán; las lenguas cesarán; el conocimiento se acabará. Porque conocemos imperfectamente e imperfectamente profetizamos; mas, cuando venga lo perfecto, lo imperfecto se acabará.
Cuando yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre, acabé con las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es ahora limitado; entonces conoceré como he sido conocido por Dios. En una palabra, quedan estas tres: la fe, la esperanza y el amor. La más grande es el amor.

1Cor 12,31-13,13

Lectura del santo Evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, Jesús comenzó a decir en la sinagoga: «Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír». Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es este el hijo de José?». Pero Jesús les dijo: «Sin duda me diréis aquel refrán: “Médico, cúrate a ti mismo”, haz también aquí, en tu pueblo, lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún».
Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio».
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino.

Lc 4,21-30

"El qui estima ho suporta tot"

Ens costa a tots deseixir-nos de les nostres idees prefabricades. Com pot parlar Déu a través d’una persona normal i corrent? Això no pot ser! Per això, com veiem a l’Evangeli el conciutadans de Natzaret no volen creure en Jesús: Tothom ho comentava estranyant-se que sortissin dels seus llavis aquestes paraules de gràcia. Deien: No és el fill de Josep, aquest? No volen creure, en últim terme, en l’encarnació! Aquell home jove, que coneixien des de petit no pot ser l’enviat de Déu, el que faci realitat les promeses de la Paraula de Déu. Ens cal la fe! Creure en Déu i en els seus enviats, cosa que van fer tant aquella viuda de Sarepta (pagana) que va acollir Elies, com el leprós de Síria Naaman (també pagà) que va creure en Eliseu. En canvi, no van tenir fe ni les altres viudes ni els altres leprosos d’Israel, per això no van ser socorreguts. Aquesta denúncia de la manca de fe de molts del poble d’Israel i aquesta lloança de la fe d’uns pagans porta a què els qui eren a la sinagoga el traguessin del poble i el duguessin cap a un cingle de la muntanya per estimbar-lo. No ens agrada escoltar la veritat, reconèixer la nostra manca de fe. Però ell se n’anà passant entremig d’ells. Jesús no té por de dir la veritat. En ell es realitzen les paraules de Jeremies: Avui faig de tu una ciutat inexpugnable, una muralla de bronze que resistirà contra tot el país. T’assaltaran però no et podran abatre, perquè jo et faré costat per alliberar-te. Ho hem vist a l’Evangeli. A la segona lectura el magnífic himne de sant Pau: l’amor ha d’acompanyar la fe: Si tingués tanta fe que fos capaç de transportar les muntanyes però no estimés, no seria res. Però aquest amor és exigent: El qui estima és pacient, no és presumit... no s’irrita ni es venja, no s’alegra de les farses, sinó de la rectitud... ho suporta tot... Jesús és el model suprem d’aquest amor. No va tenir en compte el desig criminal dels qui eren a la sinagoga sinó que va continuar predicant i donant la vida per tots ells i per nosaltres. Jesús, model d’amor pacient.

Mn. Jaume Pedrós

Música Sacra

Con el nombre de Música Sacra agrupamos las obras musicales cristianas que a lo largo de la historia han creado los grandes compositores para destacar la obra de Dios. Nació en Europa en la Alta Edad Media con los ritos cristianos en el ámbito de las iglesias. Los antiguos cantos medievales dieron paso a las Misas y Cantatas del Barroco.

La época dorada de la música religiosa se inicia con los cantos gregorianos, alcanzan la mayoría de edad con Johann Sebastian Bach, continúa con Mozart y finaliza con las Misas de Beethoven. Mas tarde la musica sagrada deja de tener tanta importancia en la vida social y los compositores se acuerdan de ella excepcionalmente.

Glória de Vivaldi

Réquiem de Mozart Passió segons sant Joan. Bach
El Messies de Händel I El Messies de Händel II El Messies de Händel III
La Passió segons sant Mateu I La Passió segons sant Mateu II Messa da Réquiem de Verdi


 

  

 

 
 
 
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